Jamaica enfrenta una de las peores catástrofes naturales de su historia tras el paso del huracán Melissa, que tocó tierra el martes 28 de octubre de 2025 como un ciclón de categoría 5, con vientos que superaron los 295 kilómetros por hora.

El fenómeno impactó principalmente la zona suroeste de la isla, provocando daños severos en viviendas, infraestructura, carreteras y redes eléctricas. Más del 70% del país se encuentra sin suministro eléctrico, mientras las lluvias torrenciales han causado graves inundaciones y deslaves en áreas montañosas.

Las autoridades jamaiquinas declararon estado de desastre nacional ante la magnitud de los daños, movilizando equipos de emergencia y solicitando apoyo internacional. Las imágenes que circulan desde la isla muestran comunidades completamente anegadas, árboles arrancados de raíz y techos colapsados por la fuerza del viento.

En la parroquia de Saint Elizabeth, las zonas costeras quedaron prácticamente bajo el agua, mientras que en Kingston y Montego Bay se registraron apagones generalizados y el cierre total de los aeropuertos. Hospitales y centros de refugio operan al límite de su capacidad atendiendo a cientos de personas desplazadas.

Las marejadas alcanzaron alturas de hasta cuatro metros, con oleaje que destruyó embarcaciones y muelles pesqueros. Se estima que miles de familias han perdido sus hogares, y el proceso de recuperación podría tardar semanas o incluso meses.

El primer ministro de Jamaica anunció que los esfuerzos se concentrarán en restablecer los servicios básicos y garantizar el acceso a alimentos, agua potable y atención médica en las regiones más afectadas. Brigadas de rescate y voluntarios trabajan sin descanso en la búsqueda de desaparecidos y en la limpieza de las vías principales.

El huracán Melissa continúa desplazándose hacia el este del Caribe, mientras Jamaica inicia una fase crítica de reconstrucción tras uno de los eventos climáticos más devastadores de su historia reciente.