Los recientes enfrentamientos en el municipio de Coahuayana, Michoacán, han dejado un saldo devastador con nueve policías comunitarios muertos y seis heridos, producto de ataques perpetrados por el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG). Los hechos se registraron en la mañana del sábado, cuando un grupo armado proveniente de Colima atacó la parte norte del municipio, una región ya afectada por la creciente violencia en la zona.
Este episodio de violencia se suma a otro ataque reciente en la comunidad de El Coire, también en Coahuayana, donde murieron dos policías comunitarios y resultó abatido un líder criminal del CJNG, quien supuestamente planeó las agresiones. La situación en la región es crítica, con la población y la guardia comunal en alerta máxima y demandando apoyo de las autoridades estatales y federales para evitar la entrada de más grupos criminales.
La tensión se ha intensificado, ya que la comunidad ha advertido sobre la posibilidad de tomar las armas si la violencia continúa. En respuesta a la creciente presión, las autoridades de Michoacán han establecido una Base de Operaciones Interinstitucional en la región, aunque los pobladores siguen denunciando la falta de apoyo suficiente. El CJNG ha utilizado métodos cada vez más brutales, incluyendo el uso de drones cargados de explosivos y gases venenosos, exacerbando el temor entre los habitantes.
Este conflicto no es un incidente aislado en Michoacán. El mismo grupo criminal también intentó ingresar a la cabecera municipal de Aquila, resultando en enfrentamientos prolongados con la guardia comunitaria local. La comunidad ha expresado su desesperación ante la inacción de las fuerzas federales, lo que ha llevado a bloqueos de carreteras en protesta y exigencia de seguridad
(infobae, La Silla Rota, El Universal).
